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105. Historia del Día de la Madre...

HISTORIA DEL DÍA DE LA MADRE La primera celebración de la que se tiene constancia en la Antigüedad, del día de la madre se la debemos a los Egipcios, una celebración en la que el simbolismo y la mitología se unían para rendir un homenaje a la Gran diosa madre, Isis. Cuenta la mitología que cuando Osiris fue asesinado por su hermano Seth, éste desmembró su cuerpo y lo dividió en 13 partes para después esparcirlos por el terreno. Isis mujer y hermana del fallecido Osiris, rota de dolor recogió cada uno de los 13 trozos de su amado y los unió, tras reconstruir el cuerpo quedó impregnada de su esencia quedando embarazada. Horus, su hijo fue obligado a vivir escondido entre juncos ante el miedo de que Seth descubriera al hijo de Osiris y decidiera sacrificarlo. Horus se formó y se hizo mayor, consciente de la historia sucedida con Seth, preparó el encuentro, luchó y lo derrotó. Horus sería convertido en el primer gobernante del Egipto unificado. De esta forma fue como la diosa Isis obtuvo la categoría de Gran Diosa Madre, de los faraones. Con la llegada de Herodoto a Egipto con el propósito de buscar información sobre las Guerras Médicas, se quedó impresionado con la cultura Egipcia, tan distinta de la Griega a la que él estaba acostumbrado, se empapó de su cultura y también de ciertos ritos y tradiciones, como fue la adoración de la Diosa Madre. La figura materna ha sido ampliamente venerada en numerosas culturas hasta nuestros días. En la Antigua Grecia ya se rendía homenaje a Rhea, la madre de Zeus, Hades y Poseidón. Por lo que los griegos celebraban esta tan ansiada fiesta, como veneración a la madre de los dioses a los que adoran. Ya no era sólo la madre de sus dioses, sino que también era considerara la diosa de la fertilidad y la diosa de la madre tierra. El festejo, se llevaba a cabo en el templo Cibeles, el 15 de marzo y llegaba a durar tres días. Es más, si nos vamos aún mucho más atrás en el tiempo, incluso a la época en la que aún vivíamos en cavernas, la prehistoria, también se puede tener amplios ejemplos de la veneración a la figura materna, tal y como se puede desprender de las rudimentarias figuras de la época, en las que se representaban en multitud de ocasiones mujeres muy voluminosas que representaban, de nuevo, la fertilidad. Con la llegada del cristianismo, Europa humaniza la figura de la madre y alcanza otra concepción. De los dioses paganos de Roma, la figura de Cibeles se modifica y cambia a la de la Virgen María y es a ella a la que va dirigida la celebración. La fecha elegida para esta celebración era el cuarto domingo de la Cuaresma (la cuaresma son los 40 días de ayuno anteriores al Domingo de Resurrección), fecha en la que se acudía a la iglesia donde había sido bautizado con flores y ofrendas. El motivo por el que se tenía que acudir a la iglesia donde se había recibido el bautismo era porque se bautizaba en las iglesias con advocación mariana, es decir, consagradas a la virgen maría. Así cuando un individuo era bautizado quedaba automáticamente adscrito a esa iglesia y por lo tanto considerada como su Iglesia Madre. Más tarde, en 1600 un decreto eclesiástico firmado en la ya Inglaterra protestante de Isabel I, da un vuelco a la concepción de este día, ahora era un día para honrar a todas las mujeres que hubieran sido madre. En plena época feudal esta fiesta supuso un día de libranza para todos los trabajadores. Un domingo que los ciudadanos aprovechaban para pasar con sus familias. Las madres recibían a sus hijos, muchos de ellos alejados por la distancia. Las madres preparaban dulces y adornaban las casas con flores. Todo el mundo volvía a sus ciudades de origen e incluso algunas mujeres nobles, utilizaban este día para hacer actos de caridad con los más necesitados. Este tipo de festejos, no sólo se llevaban a cabo en España, sino que también en muchos países de Sudamérica, de habla española y además, religión cristiana, en la mayoría. Pero también, se celebraba en Europa el “Domingo para servir a la madre”, que se respetaba tanto, que aunque hubiese jornaleros en esa época, que viviesen lejos de sus casas maternas, se les daba un dinero, para no tener que trabajar a lo largo del día y así poder ir a visitar a la madre. Era una fiesta que se recibía con mucho júbilo ya que no sólo les pagaban por ir a sus casas, sino que podían ver a los familiares de los que se hallaba lejos. Con la llegada de los primeros colonos Ingleses a Norte América, también trajeron sus costumbres y tradiciones. En un principio esta festividad se interrumpió, una festividad que no tenía tradición en el nuevo continente no se iba a echar de menos. Por lo que mientras el colono británico descansaba, sus trabajadores seguían trabajando. Esta interrupción en la celebración se explicó con un simple falta de tiempo, aunque otras teorías apuntan al carácter extremadamente puritano de los primeros colonos ingleses, quienes interpretaban a la vieja creencia, la festividad de la madre, pero la de la Madre Iglesia. Sus celebraciones se limitaban simplemente a acudir a la iglesia, una iglesia despojada de todo ornamento. Ya desde el punto de Estados Unidos, podemos ir viendo cómo se va asentando esta festividad. Aunque ya hubiese llegado a Europa, todavía en América no se había instalado del todo. Pero si nos referimos al día de la Madre tal y como lo conocemos hoy, su origen viene, cómo no, de Estados Unidos. Hubo dos hechos que hicieron que se instalase definitivamente, el día de la Madre. Uno de ellos fue con Julia Ward Howe, una escritora y letrista que quería dedicar un día a las madres, por el trabajo que hacían. Pero no fue reconocido. Así que se dedicó a organizar diferentes encuentros, para celebrarlo por su cuenta, en donde invitaba a las madres de Boston. Ella dejó una estela ya bastante fuerte, porque quería hacerlo de manera oficial, tras siglos con celebraciones, pero con una mujer, se instaló definitivamente. En concreto, fue una ama de casa llamada Anna Reeves Jarvis, que en 1908, la primera que realizó una reunión para homenajear a su madre, recientemente fallecida. Creó la asociación en homenaje a su madre, ya no sólo porque la quería y respetaba sino para conmemorar la muerte de una mujer que entregó su vida durante la Guerra Civil, en donde ella era enfermera y trataba de cuidar de pacientes de ambos bandos. Debido a esto, a que era muy joven y necesitaba a la madre, cuando creció, envió cartas a diferentes organizaciones, para que pudiesen dárselas a las madres, el día que tanto se merecen. Ya no sólo conmemoraba a su madre, sino que conseguía que se les mostrara el respeto que se merecían a todas las madres. Esto se convirtió en una costumbre en la que, año tras año, otras madres se reunían para charlar sobre temas de actualidad. La iniciativa tuvo tal éxito que en 1914 el presidente Wilson la convirtió en una celebración oficial. En España el día de la Madre hoy en día tiene una connotación muy familiar, pero no siempre fue así. Como ya hemos comentado con la llegada del cristianismo al Imperio Romano, la representaciones paganas se cristianizaron. De hecho, la representación de Isis es con su hijo Horus en brazos, curiosamente igual que la representación, muchos siglos después de la Virgen María. Más tarde en plena Edad Media, la imagen de madre y a quien se veneraba el día de la madre era a la Virgen María, la maternidad para el cristianismo es muy importante, y si había una virgen que representaba esta maternidad, esa virgen era la Inmaculada Concepción de Jesús. El día de la Inmaculada Concepción es el 8 de diciembre, día elegido por el Vaticano para celebrar el milagro de la concepción y por lo tanto, el 8 de diciembre se estableció como el Día de la Madre. Esta veneración a la Inmaculada Concepción, caló en un país tan católico como España, que en 1644, se proclamó el 8 de diciembre como el día de la fiesta Nacional. Hoy en España se celebra el Día de la Madre el primer domingo de mayo. Las culturas como la Azteca también honraban la maternidad. La diosa Coyolxauhqui o Tonatzin, madre del dios Hitzilopochtli, era venerada como Diosa Madre. Según su historia mitológica, la diosa Coyolxauhqui embarazada de Huitzilopochtli, fue asesinada por las estrellas, durante la creación del mundo, el motivo era su embarazo, el hijo que iba a alumbrar representaba al Sol, enemigo de las tinieblas donde las estrellas vivían. Pero Huitzilopochtli, consiguió nacer y vencer a las tinieblas. El amor que los Aztecas sentían hacia su diosa Madre era enorme, a ella se dedicaron las esculturas en oro y plata mas hermosas, por lo que representaba como madre. A ella se le dedicó distintos rituales y celebraciones, como el ritual que se celebraba en la primavera para horar sobre el cerro del Tepeyac a la madre de todos los Dioses, Tonatzin que traducido significa “nuestra madre venerable”. Las peregrinaciones y festejos que realizaban los Aztecas para honrar a la diosa Tonatzin, eran de carácter religioso, donde gentes de todo el territorio mexicano, peregrinaban hasta el monte Tepeyac, como reconocimiento a la madre. La diosa Tonatzin era la que daba la vida, de ahí su importancia, además de ser la diosa de la guerra y de la muerte. Se la representaba como una señora con ropajes bonitos, elegantes y blancos, siendo la noche el momento de sus revelaciones, cuando la diosa pregonaba. Cuenta la historia, que la diosa Tonatzin portaba unos canastos a modo de cuna, se mezclaba entre las mujeres en los mercados y de repente desaparecía dejando la cuna con un pedernal, con el que deberían realizar un sacrificio en su honor. Entonces esa mujer quedaría embarazada. Felicidades a todas las madres... Apius Claudius Caecus...

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